¿QUÉ ES LA PÉRDIDA DE GRASA?

La pérdida de grasa es un proceso que implica la reducción del tejido adiposo corporal. Para lograrlo de manera saludable y sostenible, es fundamental adoptar un enfoque equilibrado que combine una dieta adecuada, actividad física regular y cambios en el estilo de vida.

Una alimentación saludable es clave para la pérdida de grasa. Es necesario generar un déficit calórico a través de la ingesta (o el ejercicio), eligiendo alimentos nutritivos, bajos en azúcares añadidos y nulos en grasas trans. Incorporar una mayor cantidad de verduras, frutas, proteínas magras, grasas saludables y cereales integrales en la dieta puede ser muy beneficioso, además de mantenerse bien hidratado bebiendo suficiente agua durante el día.

Es recomendable evitar dietas muy restrictivas o de moda, ya que pueden ser perjudiciales para la salud y conducir a un efecto rebote. Es mejor optar por un enfoque de pérdida de grasa que sea sostenible y que se ajuste a las necesidades individuales de cada persona.

La actividad física juega un papel importante en el proceso de pérdida de grasa. El ejercicio regular ayuda a generar ese déficit calórico, mantiene la masa muscular y aumenta el metabolismo, lo que favorece la reducción de grasa corporal. Se recomienda a los pacientes que hagan cualquier ejercicio que les guste pero que intenten combinarlo siempre con algo de fuerza.

Además de la dieta y el ejercicio, otros aspectos del estilo de vida también pueden influir en la pérdida de grasa como el descanso o el estrés.

Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud o dietista-nutricionista antes de iniciar cualquier plan de pérdida de grasa para asegurarse de que sea seguro y adecuado para cada individuo.